viernes, 4 de febrero de 2011

que difícil es dejar una casa, un país, y a vos.

Yo venia a hacer papeles nomás.
A hacer papeles y vaciar la casa, ver amigos, se suponía que este viaje iba a ser divertido.
Eh, no.

Vaciar una casa es una tristeza. No solo porque ver tu vida en cajas y todo revuelto no le causa risa a nadie, sino porque es dejar atrás muchas risas, chistes, brindis, cervezas, lágrimas, muchas cosas que te hicieron feliz.

Encima elegir que llevar. No puedo elegir que llevar, no quiero elegir. Quiero llevarme cada carta tuya conmigo, cada foto. Ya que no puedo llevarme una ultima charla con vos, me conformo con los recuerdos de ese amor que nunca supo bien como hacer para quedarse. Y yo se que quiso eh...quiso tanto. Y quedo ahí, intacto, perfecto, sin el desgaste de lo cotidiano, como recién amanecido siempre.

Me llevo tu lugar, ese que me regalaste una vez para escapar cuando era necesario con un botecito y un arbolito.
Me llevo la plaza de Costanera que nunca mas volví a encontrar sin vos. Le fui a buscar en mas de una oportunidad, y yo se que está, pero se esconde sino me acompañas. Es tu cómplice.

Por suerte no tengo tantas fotos tuyas, Tres tengo tuyas, una con pelo largo, una con tu papa en Brasil, otra en el country y una mia del momento en que te conocí vestida de gitana.
No se como tengo esa foto, pero me pareció divertida encontrarla.
Me dio mucha nostalgia de lo lindo que fue ser chico.
Donde uno creía en el amor eterno, y las almas gemelas.
Lo lindo que fue conocerte.

Como dice la canción "veo tu cara en todas las remeras". Como me gustaría encontrarte, asi casualmente antes de irme.

Se muy poco de vos en estos años. Se que te casaste, que te compraste una casa en Caballito y que decís ser feliz.
Vos tampoco sabes nada de la historieta que se me presentó estos últimos años..pero se que te la imaginas. Te faltan detalles, muchos para terminar de entender.
Tampoco me los pediste, ni me das la oportunidad de explicarlos.

Solo se que estas enojado. Me encantaría saber que te pasa. Que me cuentes que apena tus días y ver si puedo ayudarte a mejorarlos.

Y la verdad que Buenos Aires es tan triste sin tus chistes, sin tu risa, tu pie plano y tus puchos. Saudade.
Me parte el corazón muchas cosas de dejar esa Argentina que vos tenes dada vuelta en el pecho colgada, me parte dejar amigos que amo, pero mas me apena tu indiferencia.
Me da mucha tristeza no saber como hacer para que me hables.

Espero que algún dia la vida nos vuelva a juntar y podamos reírnos, café mediante, acá o en Londres, como solíamos hacerlo tantas veces. Desde otro lado, ya grandes, mas de vuelta que de ida. Para volver a extrañarte a vos y ya no más un recuerdo.

No hay comentarios: